jueves, 13 de noviembre de 2008

Sin razón de ser


Discover Jason Mraz!


El exceso de razonamiento es algo de lo más antinatural. Y nosotros, necios, nos creemos superiores a la naturaleza por el simple motivo de que razonamos. ¿Pero por qué, si la razón es producto de la naturaleza, de nuestra propia naturaleza? Nunca la razón humana estará por encima de la naturaleza, nuestra razón tiene finitud, la naturaleza es infinita. En el ser humano, ese exceso de razonamiento genera realidades que están en contra de nuestra singularidad. ¿Quieres ejemplos concretos y cotidianos que grafiquen lo que digo? Te doy tres.

- La homosexualidad. Uyyy hoy decir que se está en contra de la homosexualidad es ser un nazi o un retrógrado o un inadaptado social. Pero nadie puede negar, aunque sea una frase hecha, que es algo contra natura, y es el ejemplo más patente de nuestra obsesión por razonar y razonar y cuestionarse…

- El vegetarianismo. ¿Que los pobres animalitos sufren al matarlos y ser comidos por la especie superior? Entonces te devuelvo la pregunta con más exceso de razonamiento… ¿y las plantas no sufren acaso? Vale, podrás objetar que no está comprobado. ¿Y si se comprueba que sufren? ¿Vas a morir de hambre? ¿Vivir a agua? ¿Hacer un curso de “fotosíntesis”?

- La negación de algunas personas a no querer tener hijos. ¿Y cuál es su justificación? Que el hecho de tener hijos es una actitud retrógrada de personas que sólo quieren niños por autorrealización, por egoísmo o para verse reflejado en ellos (razonamiento formulado por mujeres en su mayoría). OK. Pero después, casi sin darse cuenta, estas mismas personas se encuentran mirando con ternura a un bebé en la calle; le prodigan enormes atenciones a sobrinos, ahijados o hijos de amigas; se compran un gato para desviar su cariño hacia el pobre bicharraco, o lo que es lo mismo abrazan con maternal amor un hobby, una profesión o un libro de autoayuda…

Pero claro, hoy vivimos en una posmodernidad que ensalza y endiosa (paradójicamente, en la era de la muerte de dios) a la razón, a la evolución y la búsqueda de respuestas. Yo, mientras tanto, prefiero mirar las motas de polvo que deja entrever el sol de la mañana. Si la razón me busca, díganle que bajé a comprar cigarrillos.

(MP3 del post: God rest in reason, de Jason Mraz).

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