miércoles, 13 de mayo de 2009

Suicidios ejemplares. Caso 214.


Según las primeras fuentes interrogadas, la señora Gertrudis Guastavino Paez se había apersonado con sus mejores joyas y las más suntuosas ropas de su colección a la cena de gala ofrecida por la Embajada de Brunei, en respuesta a la invitación cursada por el quien fue el primer sospechoso del caso, el doctor Abdulá Moharas Gulli. Sin embargo, una segunda ronda de sospechosos y un nuevo interrogatorio demostraron que las ropas y las joyas de la difunta no le pertenecían a ella, sino que eran propiedad de la señora Marlene Alexander Schaffer, jefa de la señora Guastavino y la verdadera invitada a la cena de gala. La difunta trabajaba como empleada doméstica de la señora Alexander. El suicidio de Guastavino se produjo cuando los empleados de la embajada, al darse cuenta de la intromisión, le negaron la entrada a la cena. La señora Guastavino, en solución extrema, empezó a tirar de la piel de su cuello, como si quisiera quitarse una máscara pegada a su verdadero rostro, mientras vociferaba: “Les he gastado una broma. En realidad soy doña Alexander. Miren… ¡Miren!”. La señora Guastavino murió despellejada por sí misma. El señor Moharas Gulli fue absuelto.

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