viernes, 1 de octubre de 2010

¡ATENCIÓN!
Aún sigo regalando mis libros...





Perdón por avisar tarde. Pero si esta f****ng gripe me lo permite, mañana seguiré desprendiéndome de mis preciados libros. Todavía queda materia, pero como aún no sé dónde plantarme, si te encuentras paseando por estos dos lugares que ahora detallaré, estaré ávido de darte un ejemplar a cambio de tus palabras.

Dependiendo de mi estado de ánimo, quizás me siente en una banca de la Plaça Revolució del barrio de Gràcia, o bien en una banca a la mitad de la Rambla del Raval. Dos sitios muy desparejos, lo sé, que responden a mi camaleónico estado actual.

Para quienes me lo han preguntado, lo sucedido en Plaça Virreina la semana pasada fue realmente curioso. He recogido testimonios de todo tipo, algunos fueron un certero cross a la mandíbula, otros derrocharon sinceridad, otros me dibujaron una sonrisa, y otros algo cohibidos por el hecho de ofrecer una anécdota original in situ. Y, también, he recogido más de una mirada aviesa. Quienes miraban y seguían de largo habrán pensado que escondía algo oculto, que en realidad era un vendedor de Biblias (de hecho, a una lectora le regalé La Biblia del Oso), o que era un despreciable yonki con piel de lector. Puede que sea un poco de todo.

Pronto empezaré a colgar los testimonios grabados. Si alguien se ofende por haber publicado su voz, acepto y entiendo cualquier tipo de reclamo: o quito tu testimonio del aire o deformo la voz digitalmente. Pero espero que eso no pase.

Gracias y (quizás) nos vemos mañana.
Atchís.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hola! Bien, como prometí he decidido pasarme a dejar un comentario. Soy la señora que se llevó a Kandinsky a casa. Encuentro el libro ciertamente interesante. Llevaba mucho tiempo queriendo leerlo. Muchas gracias por todo. Supongo que entiendo eso de que la gente te mire con sospecha xD Me parece que me ha pasado muchas veces. En fin, te deseo suerte con tu labor de repartir libros a cambio de palabras. Creo que es una iniciativa magnífica. ¡Muchos ánimos!

Franco Chiaravalloti dijo...

¡De nada!
A veces tenemos que dejar que los libros nos elijan a nosotros, y no al revés como siempre ocurre. Espero pronto poder colgar tu aportación a la causa. Un abrazo y muchas gracias.

Franco Chiaravalloti dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.