Hoy digo la palabra blog con la extrañeza de quien echa de menos lo ajeno, aquello que nunca tuvo.
Aunque tengo otra razón para trastocar el tiempo de esta manera. Quiero volver a experimentar esa sensación de debate que tanto escasea hoy día. Recuerdo aquellas pretéritas charlas en bares acompañadas de copas y copas de vino, o los intercambios de ideas en recintos en los que flotaba un ubicuo humo sobre las cabezas. Hoy eso sólo se ve en viejas capturas digitales, ya que el Evaisthitopoíisis lo ha anulado todo. Pero no quiero hablar de esto ahora, sería excesivamente largo de contar. Y no sé si lo entenderían.
Volviendo al tema, el hecho de inmiscuirme en este espacio de juventud tiene una tercera finalidad: la de motivar la reacción de mi yo-joven cuando lea el texto que transcribiré a continuación. Es de mi autoría, y fue escrito en el año 2012:
"Las casualidades son esos momentos algidos donde la ficción y la realidad se mesclan para hacernos creer que vivimos en un mundo guionado… Qué imbéciles. Si los cuervos rebolotean sobre nuestros cueros cabelludos, cómo vamos a imaginar que de vez en cuando esos presisos momentos fueron hechos para confundirnos"
Qué estúpido. Ésa era la época en la que buscaba hacerme el críptico y lo cuestionaba todo. Había renunciado a la ortografía y abusaba adrede de los gerundios. Después vino mi época de aforismos, quizás la más luctuosa de mi vida... Pero en fin... Lo único seguro de todo esto, es que ese "yo-joven" cuando lea estas palabras, se empecinará en buscar cualquier explicación que encaje dentro de sus parámetros lógicos, de sus paradigmas (como por ejemplo "que algún amigo descifró mi contraseña", "que me entró un virus", "que me entró un hacker", "que fui yo mismo el que escribió esto, pero borracho", etc.), todo para intentar entender estas palabras que su obcecado y limitado entendimiento no le permite comprender. En vez de pensar y aceptar alguna posibilidad realmente nueva. Diferente. De otra dimensión.
Todo esto puede parecer el desvarío de un viejo solitario. Sí, jóvenes, sí lo es. En el futuro, los viejos todavía seguimos desvariando.
5 comentarios:
Mmm... crei que era el unico que desvariaba sobre estas cosas, es como dice el dicho "las grandes mesntes píensan igual" no, era mas bien "las mentes de gente grande piensan igual" no lo recuerdo, mierda, es el alzhaimer
P.D. esperare la epoca de los aforismos
a nadie mas que yo le llama la atencion la continua necesidad de indicar que el actual es un "joven"? joven de 31? ehem... no querra llamarlo "puber de 31", tambien? sera por eso de que con la prolongacion de la vida como consecuencia de los avances medicos, las etapas se alargan?
Gin: las mentes de los grandes son como los buenos vinos, más añejadas más sabor a barrica de roble. Más cerca del final, más próximo al punto donde comenzaron el círculo vital. Y todo otra vez. (¡Todo otra vez, no, por dios!).
Ali: no me digas eso! Me siento un pre-puber! Este síndrome peterpanesco crece cada día. ¿Cómo hago para extirparlo?
Todo otra vez no, por dios! eso creo que es el castigo insito a la conducta peterpanesca. no se puede ser eternamente joven pero ir madurando por la experiencia. (duda idiomatica: "ínsito a" o "ínsito de"? la RAE no ayuda!)
Siempre quedamos cortos divagando en asuntos que corresponden a deidades,pero los humanos tenemos ése necio instinto,y es muy lamentable para los que por alguna causa ignota nacimos fuera de planeta.
¿O acaso seremos nosotros el ángel caído?
¿O será una humorada de un Dios reunirnos en un mundo idiota,para
entender el remate del chiste en una siguiente reencarnación?
¿O seremos quizás parte de un laboratorio cósmico,para ser utilizado en un ejemplo de cómo no se debe ser,para ilustrar a una sociedad más avanzada?
Las dudas se pueden seguir sumando,y la lista no termina.
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