'Según el doctor William Tupra, decano de biología genética de la Universidad de Palo Alto (California), la esperanza de vida en la próxima década seguirá en aumento. En consecuencia, los países desarrollados contarán con una creciente franja de su población con edades comprendidas entre los 90 y los 100 años. Esto generará masas de personas que no representarán ninguna fuerza laboral pero que, gracias a los ingresos provenientes de sus pensiones, buscarán saciar su tiempo libre a través del turismo, de hobbies varios y de consumo desmedido. Por contrapartida, la falta de fuerza laboral joven y el endurecimiento de las leyes hacia los inmigrantes ilegales (quienes son, en su mayoría, los que cuidan de este colectivo) harán que estas personas entradas en años tengan que valerse por sí solas, al ducharse, al cambiarse los pañales, al bajar las escaleras, al cocinar, al hacer caca, al tirar la cadena después de hacer caca, al tomar la medicación. Los centros geriátricos quedarán colapsados, las plazas plagadas de migas de pan y las obras en construcción apabulladas de público que mira con las manos detrás. Sin embargo, las conclusiones del doctor Tupra y de la investigación que él mismo ha impulsado son más que positivas, ya que tal logro (la longevidad) puede considerarse “como una victoria de la ciencia por sobre el universo y el destino”. “Ahora podremos vivir cuanto queramos”, agregó el facultativo, en la conferencia de prensa.'
lunes, 7 de septiembre de 2009
Suplemento Ciencia y Tecnología
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